No quiero frivolizar con cosas como esta porque lo he sufrido en mis propias carnes - más de dos años- y cuando se empieza agotar la verdad es que se pasa muy mal. Por no hablar de la exclusión social que supone, el no poder quedar con nadie por no tener un un euro y el sentir que la sociedad te ha pegado una patada en los huevos, que todo tu esfuerzo en formación y experiencia profesional no sirven para nada.
Todo el que haya estado en paro sabe de lo que hablo así que no me extenderé más en ello. Mi solidaridad para todos los que lo han pasado o están desempleados ahora mismo.
Aunque tiene su parte positiva, siempre y cuando no se alargue demasiado, y que te das cuenta que hay vida más allá del trabajo: es un momento en el que te puedes dedicar a vivir. Hacer deporte (ese gran desconocido), disfrutar de un paseo por tu ciudad en un soleado día entre semana, ir a los sitios sin ninguna prisa, ponerte al día en libros , películas y en esas amistades que tenías olvidadas.
He podido recorrer absolutamente todas las tiendas de segunda mano de Madrid en esas temporadas. Algunos de los discos que podéis disfrutar aquí son fruto de esos días aunque no las entradas o posts, como prefiráis. Soy mucho menos productivo cuando más tiempo libre tengo. Es curioso.
En esas tiendas a veces me encontraba a gente muy rara y he llegado a pensar que, en cierto modo, la conducta de todos las que frecuentamos a las horas en las que el resto del mundo está trabajando sigue un mismo patrón.
Si me pudiese ver desde fuera pensaría que no estoy bien de la cabeza. Rebuscas en las cubetas de discos usados con rapidez, manchándote los dedos con la suciedad que van dejando la gente hasta tener una enorme capa de roña y lo único que piensas en esos momentos es en llegar a casa para quitártela de encima.
Cuando descubres un disco que no esperabas encontrar lo agarras de forma nerviosa- el subidón que te da es increíble- deseando que no tenga rayones. Si los tienen, dudas si llevartelo o no.
Alguna vez he rechazado el disco cuando me lo ha enseñado el dependiente para cinco minutos después volver a la tienda y comprarlo, ante su sorpresa (a pesar de que ya me tiene calado de otras veces) , lo cual no hace sino potenciar mi imagen de persona desequilibrada.
Por suerte siempre entra alguien con una conducta aún más desordenada que la mía en estos menesteres y piensas que al lado de ese tipo pareces la persona más normal del mundo.
Los Daily Price son mis favoritos. Ahora con la crisis ves que la gente se desprende de sus discos a precios irrisorios. Es una auténtica pena.
Dices : << Ha pasado un siniestro o un indie noventero o el hortera de turno >>. Piensas que hay gente que debe estar desesperada para desprenderse de aunténticas maravillas. Aunque, simplemente, puede que se trate de una persona que se ha cansado de ese disco o que, quizás, nunca le gustó . Bueno, esas son las películas que me monto en la cabeza.
He recorrido Madrid de punta a punta para ver si en una tienda tenían un single descatalogadísimo anunciado en su página web para que luego descubrir que la tienda está cerrada o que su web no está actualizada desde hace años.
También he quedado con vendedores en la calle en plan, << Soy el que lleva la bici blanca, así me reconocerás y bla, bla...>>
Es lo que tiene el tiempo libre.Y la verdad es que me gusta.
La emoción de encontrar un disco para tu colección de alguna de las maneras que he relatado no lo supera ningún hallazgo en Ebay o Discogs.
La emoción de encontrar un disco para tu colección de alguna de las maneras que he relatado no lo supera ningún hallazgo en Ebay o Discogs.
Otra de mis manías es desinfectar los discos de segunda mano, costumbre que me ha dado más de un disgusto, pero esto prefiero reservármelo para otra entrada.
Pues así encontré esta joyita, entre capas de mierda y con una etiqueta que no correspondía. Por suerte ya conocía la portada, porque ya tenía la edición en vinilo comprada en una subasta de Ebay en pleno verano a horas del trabajo que es cuando mejor se pillan estas cosas. Así conseguí el Played de The Bodines y toda la discografía de The Divine Comedy a precio de amigo, que acabaría siendo uno de los regalo de Reyes más celebrados por parte de mi chica - es su grupo preferido-.
Este Reunion Wilderness , supuso el debut de The Railway Children, un cuarteto procedente de Wigan, Lancashire liderados por el autraliano Gary Newby. Tras una serie de conciertos por el noroeste de Inglaterra y la grabación de unas demos ficharon por Factory Records en 1985, en los que encontró una especie "nuevos Smiths".
Poco después ficharían por Virgin y su sonido se volvería más comercial pero eso ya es otra historia.
Lo importante es que este disco posee dos auténticos temazos que deberían figurar en cualquier lista de los mejores temas de los 80. Me refiero a Brighter y al tremendo A Gentle Sound, casi tan bueno como cualquier tema de los Smiths.
El resto tienen ese característico sonido del mejor pop de guitarras indie ochentero. De ese que es capaz de emocionarte con una nota o un simple arpegio "escuela Johnny Marr".
Allmusic dice: "With the popularity of the Smiths and New Order, British pop burst wide open with a plethora of homegrown acts, of which the Railway Children were but one.
Reunion Wilderness
takes that sound and adds bits and pieces of dance music to the mix in
hopes of drawing in all sorts of listeners. What it did, instead, was
confuse most who chanced a listen to this album and make the Railway Children
turn into just another faceless band of the mid-'80s.
Everything here
will sound quite familiar, but there aren't any all-important hooks with
which to keep the listener interested. Reunion Wilderness doesn't insult the ears, it just lulls them into a false sense of serenity" by James Chrispell.
.